sábado, 28 de agosto de 2010

Bajar la tortuga ...

Me han enviado en facebook un llamamiento para "bajar a la tortuga..."
No puedo por menos dejar pasar esta oportunidad de compartir este llamamiento , al que estamos todos emplazados:

Un joven esta paseando por una plaza de Madrid y decide tomar un descanso. Se sienta en un banco y al lado hay un señor de más edad y naturalmente comienzan a conversar sobre el país, el gobierno y finalmente sobre J.L. Rodriguez Zapatero...
El señor le dice al joven: "¿Sabes? J.L. Rodriguez Zapatero es como una TORTUGA en un poste."

Después de un lapso de tiempo el joven dice: "No lo entiendo eso de la TORTUGA sobre el poste" ¿qu
e significa eso, señor?

Si Ud. va caminando por el campo y ve arriba de un poste de una alambrada una TORTUGA haciendo equilibrio encima ¿que se le ocurre?

Y viendo la cara de incomprensión del muchacho le explica:
Primero: Tú no entiendes cómo llego ahí...
Segundo: Tú no puedes creer que esté ahí...
Tercero: Tú sabes que no pudo subir allí solito...
Cuarto: Tú estas seguro de que no debería estar allí...
Quinto: Tú eres consciente que no va a hacer nada UTIL mientras este allí...

Entonces lo único sensato seria ayudarlo a bajar de allí...


EN LAS PROXIMAS ELECCIONES:
SEÑORAS Y SEÑORES !!!!!!!!! HAY QUE BAJAR LA TORTUGA¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Estáis todos invitados pues, a bajar a la tortuga traidora el 28 de noviembre a las 8:00 - El Lunes, 28 de marzo de 2011 a las 11:00

martes, 10 de agosto de 2010

"Decálogo para formar un delincuente" por popular juez de menores de Granada, Emilio Calatayud


El popular juez de menores de Granada, Emilio Calatayud, conocido por sus sentencias educativas y orientadoras, ha publicado un libro: "Reflexiones de un juez de menores" (editorial Dauro), en el que inserta un "Decálogo para formar un delincuente". Lo más curioso, viendo ese decálogo cuyas prescripciones se aplican de forma casi generalizada, es que aún haya tan pocos delincuentes…


Decálogo para formar a un delincuente:



1: Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que pida. Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.


2: No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.


3: Cuando diga palabrotas, ríaselas. Esto lo animará a hacer cosas más graciosas.


4: No le regañe ni le diga que está mal algo de lo que hace. Podría crearle complejos de culpabilidad.


5: Recoja todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes. Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.


6: Déjele leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos estén esterilizados, pero no de que su mente se llene de basura.


7: Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño, así a él no le dolerá demasiado el día en que la familia, quizá por su propia conducta, quede destrozada para siempre.


8: Déle todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar.


9: Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustraciones.


10: Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus profesores y vecinos. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarlo.
Y cuando su hijo sea ya un delincuente, proclamad que nunca pudisteis hacer nada por él”.





lunes, 2 de agosto de 2010

¿Du llu espic ingliss?

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Esto es la carta que escribió una señora a un programa de radio para que la leyeran en directo:

"Desde que las insignias se llaman pins, los maricones gays, las comidas frías lunchs y los repartos de cine castings, este país no es el mismo: ahora es mucho, muchísimo más moderno.

Antaño los niños leían tebeos en vez de comics, los estudiantes pegaban posters creyendo que eran carteles, los empresarios hacían negocios en vez de business y los obreros, tan ordinarios ellos, sacaban la fiambrera al mediodía en vez del tupper-ware.

Yo, en el colegio, hice aerobic muchas veces, pero, tonta de mi , creía que hacía gimnasia. Nadie es realmente moderno si no dice cada día cien palabras en inglés. Las cosas, en otro idioma, nos suenan mucho mejor.

Evidentemente, no es lo mismo decir bacon que panceta, aunque tengan la misma grasa, ni vestíbulo que hall, ni inconveniente que handicap... Desde ese punto de vista, los españoles somos modernísimos. Ya no decimos bizcocho, sino plum-cake, ni tenemos sentimientos, sino fellings.

Sacamos tickets, compramos compacs, comemos sandwiches, vamos al pub, practicamos el rappel y el raffting, en lugar de acampar hacemos camping y, cuando vienen los fríos, nos limpiamos los mocos con kleenex.

Esos cambios de lenguaje han influido en nuestras costumbres y han mejorado mucho nuestro aspecto. Las mujeres no usan medias, sino panties y los hombres no utilizan calzoncillos, sino slips, y después de afeitarse se echan after shave, que deja la cara mucho más fresca que el tónico o afeite.

El español moderno ya no corre, porque correr es de cobardes, pero hace footing; no estudia, pero hace masters y nunca consigue aparcar pero siempre encuentra un parking.

El mercado ahora es el marketing; el autoservicio, el self-service; el escalafón, el ranking y el representante, el manager. Los importantes son vips, los auriculares walkman, los puestos de venta stands, los ejecutivos yuppies; las niñeras baby-sitters, y hasta nannies, cuando el hablante moderno es, además, un pijo irredento.

En la oficina, el jefe esta siempre en meetings o brain storms, casi siempre con la public-relations, mientras la assistant envía mailings y organiza trainings; luego se irá al gimnasio a hacer gim-jazz, y se encontrará con todas las de la jet, que vienen de hacerse liftings, y con alguna top-model amante del yoghurt light y el body-fitness.

El arcaico aperitivo ha dado paso a los cocktails, donde se jartan a bitter y a roast-beef que, aunque parezca lo mismo, engorda mucho menos que la carne.

Ustedes, sin ir más lejos trabajan en un magazine, no en un programa. En la tele, cuando el presentador dice varias veces la palabra O.K. y baila como un trompo por el escenario la cosa se llama show, bien distinto, como saben ustedes, del anticuado espectáculo; si el show es heavy es que contiene carnaza y si es reality se parece al difunto diario El Caso, pero en moderno. Entre medias, por supuesto, ya no ponen anuncios, sino spots que, aparte de ser mejores, te permiten hacer zapping. Estas cosas enriquecen mucho.

Para ser ricos del todo, y quitarnos el complejo tercermundista que tuvimos en otros tiempos, solo nos queda decir con acento americano la única palabra que el español ha exportado al mundo: la palabra "SIESTA."

Espero que os haya gustado... yo antes de leerlo no sabía si tenía stress o es que estaba hasta los cojones.

(Me han enviado un correo electrónico que quiero reproducir integro aquí.)